LUNES 9
Las autoridades sanitarias advierten: fumar perjudica su salud y la de los que están a su alrededor. He cogido la cajetilla de tabaco de A, la profesora de lengua, que está en mi estantería, entre los discos compactos y los libros, junto a El guardián entre el centeno. He cogido el móvil. Le he escrito un mensaje: Tengo tu tabaco. Me lo traí a casa el sábado. Luego he sido consciente del error: Me lo traí. Ahora estará indignada, buscando una explicación al fallo, investigando en el origen del verbo, conjugándolo.
No he llamado a nadie. No me ha llamado nadie. No he consultado el correo. He desconectado el móvil. No he salido de casa. Me asomé por la tarde a la ventana y estaba nublado. Corría viento.
He cuidado la dieta (a medias), porque mi estómago debe odiarme después del fin de semana. Cené fruta, vi la tele y me acosté tarde. Al tumbarme vi que la cajetilla de Fortuna Light seguía en la estantería. Las autoridades sanitarias advierten: el tabaco es muy adictivo: no empiece a fumar. Sentí un sabor amargo en la garganta mientras me quedaba dormido.
No he llamado a nadie. No me ha llamado nadie. No he consultado el correo. He desconectado el móvil. No he salido de casa. Me asomé por la tarde a la ventana y estaba nublado. Corría viento.
He cuidado la dieta (a medias), porque mi estómago debe odiarme después del fin de semana. Cené fruta, vi la tele y me acosté tarde. Al tumbarme vi que la cajetilla de Fortuna Light seguía en la estantería. Las autoridades sanitarias advierten: el tabaco es muy adictivo: no empiece a fumar. Sentí un sabor amargo en la garganta mientras me quedaba dormido.
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