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Mi Fracaso Personal

LA SEMANA

Lunes. Z. llegó el domingo por la noche de Perú, así que el lunes quedamos para almorzar. Estuvimos en un italiano que hay cerca del periódico. Yo pedí lo de siempre, porque la carta viene en italiano y no entiendo nada, así que me pido tallarines al infierno o algo así. Siempre lo mismo. Bebimos dos botellas de lambrusco. Aunque dije que ya no bebería más alcohol, he decidido que sí, que sí bebo vino, sobre todo en este italiano que siempre pido la misma comida y Z. pide lambrusco. Nos estuvo contando cosas de Perú y nos enseñó las primeras fotografías que había revelado. Estuvimos viendo el Machu Pichu y le hicimos muchísimas preguntas. Nos regaló un sol, que es la moneda oficial de Perú y tiene grabados símbolos incas.

Martes. Por la mañana estuve haciendo gestiones. Fui al periódico y estuve allí todo el día. Llamé a Z. al trabajo cuando vi el ABC porque venía una información que teníamos que comentar. Nos indignamos. Luego me mandó un mensaje para ver si nos tomábamos una cerveza al mediodía, pero salí muy tarde de la redacción y ya no quedamos. Toda la tarde haciendo gestiones en el periódico, escribiendo, buscando datos. El anuncio de la huelga de las grúas nos dio mucho trabajo, total para nada, porque ahora la han desconvocado. A.C., una becaria, tuvo que irse al hotel donde los gruistas se reunieron, como si fuese una corresponsal. Luego la llamé y me iba comentando la actualidad, me iba pasando declaraciones, datos, y yo las escribía. Así hicimos la información que al otro día se publicaba. Acabamos tardísimo, más tarde de las once de la noche. Así que cuando salí del periódico no tenía ganas de nada, me volví a mi piso y estuve viendo la tele. Los Juegos Olímpicos. No sé por qué pero la mayoría de los deportes que retransmiten no les interesa a nadie durante cuatro años, pero llegan los Juegos Olímpicos y todo el mundo sabe muchísimo de las elecciones de baloncesto, de balonmano, de waterpolo de un montón de países. Como yo no sé nada, pues veo sobre todo las pruebas que se desarrollan en el agua: los saltos de trampolín, los saltos de plataforma, los saltos de trampolín por parejas, los saltos de plataforma por parejas, los saltos de tantos metros, los saltos desde los otros metros. He descubierto que hay muchísimas variedades, y que la locutora es siempre la misma y hace comentarios como "ha salvado el salto", "se ha desviado un poco", "la china es la favorita" o "este es el saltador más joven que participó por primera vez en los Juegos Olímpicos de Sidney y ganó la medalla aunque no era el favorito". La china es siempre la favorita, y si no lo es luego va y gana. Los españones siempre llevan los trajes y los bañadores más feos, a veces parecen azafatas de congresos. Así es normal que no ganen, porque la organización no querrá que se suban en el podium con esa vestimenta.

Miércoles. Por la mañana, en la redacción, todo el mundo comentaba el partido de baloncesto del jueves entre España y Estados Unidos, pero yo no. Porque habiendo países como Reino Unido, Francia, Estados Unidos o Canadá a mí me da igual que España pierda. Tuve que ir a la estación de trenes a hacer una información y luego volví a la redacción y por la noche ya no salí hasta más de las once, porque tuvimos que hacer otra información sobre las grúas entre A. C. y yo. Ella se fue otra vez al hotel donde se celebraba la reunión. R. llegó el miércoles de sus primeras vacaciones, porque tiene dos turnos. Al mediodía estuvimos almorzando en mi piso, porque como ya tengo aire acondicionado en el salón podemos irnos allí a la hora de comer. Hicimos una ensalada y freímos croquetas. Estuvimos hablando de nuestro proyecto de alquilar un piso a medias, y por lo pronto lo vamos a aplazar hasta octubre, porque el contrato me cumple el septiembre y tampoco quiero comprometerme a un alquiler durante un año sin tener algo asegurado. Cuando por la noche terminé llamé a R., que había salido del periódico antes que yo y había quedado con R. en su casa. Fui para allá, y estuvimos cenando. R. es el anfitrión ideal, y todo lo que puso para cenar estaba buenísimo. Luego nos tomamos una copa y volví a romper la promesa de no beber alcohol. Llegué a casa a las tres y media, me puse el discman con los discos de Carlos Berlanga y me quedé dormido a pesar de todo el calor que hacía.

Jueves. Día de descanso. Me desperté a las nueve. Apenas había dormido seis horas, pero me despertó el calor y el ruido de todas las obras que hay en mi calle. Decidí que iba al gimnasio, pero antes tuve que sacar dinero y pagar la cuota del mes de agosto, que todavía no la había pagado. Llegué al gimnasio sobre las once y media y apenas había nadie. Hice bicicleta, escalones, abdominales y luego algunas pesas, pero casi nada porque como llevaba sin ir al gimnasio semanas no podía levantar nada. Estuve algo más de una hora y luego fui a recoger la cámara de fotos digital, que es una promoción del periódico pero que a los trabajadores nos la dejan más barata. Tuve que andar durante media hora, y cuando llegué a la tienda estaba todo sudando, con la camisa empapada. Compré la cámara y una tarjeta de memoria para almacenar 150 fotos. Por la tarde cogí el autobús y vine a Montilla. Estuve probando la cámara. A ver si puedo convertir este blog en un fotolog.

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