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Mi Fracaso Personal

LA BARBACOA

Al final no he ido a Málaga como llevaba pensando toda la semana. Un contratiempo de última hora. Ayer, a las 05.00, cuando llegué del perol que organizaban los becarios del periódico, recibí un mensaje de R. porque se caía el plan de la playa. Así que ahora estoy en Montilla. Llegué sobre las seis de la tarde. No he salido. Mañana llamaré a A, que por la tarde me dio un toque y por pereza, como siempre, no he contestado.

He querido actualizar esto durante toda la semana pero no he tenido tiempo. Tampoco he hecho nada, salvo estar en la redacción. Cada día alrededor de once horas. Quizás me hubiera salido algo demasiado drástico, porque últimamente mis pensamientos han evolucionado desde lo negativo a lo drástico. No sé si dentro de unas semanas seré capaz de tomar la decisión. Ahora ya no lo veo tan claro como cuando me lo planteé en vacaciones.

Anoche, después de salir del periódico (a las once y cuarto) fui a mi piso a soltar el cuaderno,la grabadora y los discos compactos que había escuchado durante toda la tarde, cogí un taxi y fui a El Arenal, el sitio donde ponen la feria. Habíamos quedado los del periódico para hacer un perol. Pusimos cuatro euros y compramos hamburguesas, salchichas, panceta, chorizo, cervezas, tinto, refrescos.

Confluyeron varias conversaciones:

- El arte. Uno de los becarios considera que hay que poner una fecha al arte (!). Es decir, que todo lo que se hizo a partir de la segunda mitad del siglo XX a lo mejor ya no puede llamarse arte, sino que es otra cosa. Lo argumentó bien y podría ser convincente. Para él, arte es, sobre todo, lo figurativo.

- El periódico y el periodismo. La misma persona considera que es posible que el periodismo sea literatura (!!). En nuestro caso, por ejemplo, esta idea es totalmente desacertada, a juicio sobre todo de L, el becario de cierre y que ha de leerse buena parte de las páginas que el resto escribimos. En ocasiones, según L, las páginas no es que no sean literatura, sino que no tienen un objetivo bien marcado, algo que es fundamental en el periodismo.

- La alimentación. A propósito de mi decisión de no beber alcohol. No probé ni la cerveza, ni el tinto, ni el ron. Hoy, cuando me desperté, experimenté una sensación que no había tenido hasta ahora: cansancio en lugar de resaca después de una fiesta. Pude ducharme, desayunar (una manzana) y preparar el bolso para venirme a Montilla sin ningún tipo de pitido en los oídos ni de punzadas en la cabeza.

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