Blogia
Mi Fracaso Personal

VENUS IN FURS

Acabo de terminar una entrevista que saldrá publicada el domingo y estoy literalmente muerto, exhausto. La semana ha sido tranquila, muy ahorrativa, excepto hoy, que R. y yo hemos vuelto a recuperar la tradición de almuerzos fuera de casa. Hemos ido al chino que hay junto al periódico, y luego hemos estado en El Corte Inglés, mirando los libros y los discos, que están al 21% de descuento y aún así son caros. Yo he mirado el último de The Magnetic Fields, para ver cuánto me había ahorrado bajándomelo por Internet, y han sido 22 euros...

Antesdeayer telefoneé a Á., que trabaja en Huelva y estaba un poco mosqueada porque nunca contesto el correo electrónico porque me da mucha pereza. Como nos coinciden algunos días de las vacaciones de verano, pensamos en plantear algún viaje. Se lo comenté a R. y ella ha propuesto ir a San Sebastián, porque tenemos casa gratis. Por mí bien, y creo que a Á. también le gustará la idea, aunque aún tengo que llamarla para ver las fechas concretas. Quizás después de estar unos días en Donosti vayamos a Santiago de Compostela, que hay algunos conciertos muy chulos por toda la movida del Xacobeo aunque R. pasa de la música. No lo entiendo. Le propuse hacer la última etapa del Camino para innovar un poco, pero la idea no le gustó en absoluto, sobre todo porque en la última etapa los albergues estarán hasta los topes de gente. Además, mejor, yo todo ese sentimiento de hermandad y confraternidad tampoco lo comparto mucho...

El lunes por la noche estuve en casa de Z., cenando gazpacho. No sé cómo lo hace pero siempre le sale igual. Y además no lleva pan, así que no engorda nada y puedes repeter todas las veces que quieras, dijo. Creo que el cacharro que nos bebimos entre tres (también estaba S.) debía contener como tres litros. Luego estuvimos un rato viendo Crónicas Marcianas, pero Z. se acostó temprano porque entra a trabajar a las ocho y media de la mañana. Yo me quedé un rato viendo la tele con S., y luego me volví al piso.

El martes a mediodía estuve en la Diputación, que había quedado con Z. y con uno de sus alcaldes (parecía Luis Tosar) para hacerle una entrevista (la que acabo de terminar). Z. le recomendó que se quitara la funda del móvil que llevaba atada al cinturón para las fotos. Luego salimos a la calle, porque se supone que había un eclipse o un fenómeno astronómico (Venus pasaba por delante del sol) que nunca más en nuestra vida volveríamos a ver. Yo fui un poco reticente, por si nos quedábamos ciegos. Pero total, nos arriesgamos y miramos al sol. No vimos nada. Si en los próximos días tenemos problemas de visión pediremos una baja laboral.

0 comentarios