EXPERIMENTOS CON LA CERVEZA
Me desperté tarde, y me acordé de que llevo casi un mes sin ir al gimnasio y de que no he pagado la cuota del mes de agosto, así que ya me habrán borrado y habrán eliminado mi ficha de ejercicios. Cuando vuelva a Córdoba la próxima semana me acercaré por allí a ver qué pasa. Desayuné fruta, porque no me apetecía comer pan y no quedaba Cola Cao para la leche. Luego me metí en Internet, porque no tengo nada que hacer. Desde que llegué de Marbella estoy todo el día dándome crema hidratante porque creí que iba a mudar de nuevo la piel, pero no, todavía conservo la pigmentación morena. A ver cuánto dura. Le doy un par de días.
Me bajé el Soulseek, porque el Kazaa se ha puesto imposible y nunca encuentro nada de lo que busco. La versión que me bajé del Soulseek viene en inglés, así que estuve trasteándolo para ver cómo funcionaba. Estuve bajándome música de Carlos Berlanga y de Hidrogenesse, porque con el Kazaa nunca encontré nada de estos músicos. Pero tengo que terminar de personalizar el programa, porque el escritorio del ordenador se me está llenando de iconos de canciones bajadas y de otras a medio bajar.
Le mandé un mensaje a Á., para ver lo que íbamos a hacer por la noche. Quedamos a las once y media en casa de A., la profesora, y fuimos con el hermano de ella y su novia a una cata de la cerveza. Nos compramos un bono de cuatro consumiciones, con el que teníamos derecho a beber cuatro cervezas de diferentes tipos. Estaban agrupadas por categorías, desde la A, la más cara, hasta la D, la más barata. Con el bono tenías que pedirte una de cada grupo. A. se bebió una del grupo A que tenía sabor a frambruesa, que está bien par un par de sorbos pero que un botellín entero es muy cansino. A mí me tocó una del grupo B, una Alhambra de reserva no sé de qué año, que parecía muy flojita pero que luego cansaba muchísimo, y Á. se pidió una Guiness, del grupo C, que yo la noté muy fuerte. Descubrí que no, que nunca más iba a ir a una cata de la cerveza porque a mí la que más me gusta es la San Miguel normal. Así que me pedí un botellín de ésta y Á. se pidió una de frambuesa, que él le encuentra un sabor curioso.
Luego estuvimos en Jarata, donde se estaba bien porque no había mucha gente. Aguantamos hasta las 04.00, a pesar de que la música era malísima. Luego A. me llevó en coche hasta mi casa, escuchando el CD de música clásica que le habían regalado en la cata de la cerveza por comprar un bono de cuatro consumiciones. Llegué a mi casa, me comí un donut que quedaba de hace un par de días con todo el azúcar derretido y escuchando Contra la ley de la gravedad me quedé dormido.
SUENA: No hay nada más triste que lo tuyo, de Hidrogenesse.
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No me digas que no hay nada más triste que lo tuyo.
Hay miles de cosas en el mundo que son mucho peor.
No me digas que no hay nada más triste.
Una tienda de animales es mucho más triste,
Con los perros en sus jaulas dando vueltas
Y los gatos dando vueltas en sus jaulas.
No hay nada más triste que una tienda de animales.
No me digas que no hay nada más triste que lo tuyo.
Hay miles de cosas en el mundo que son mucho peor.
No me digas que no hay nada más triste.
Un turno de noche es mucho más triste
En la cadena de montaje, esperando la sirena
Con lo peor de Rubí contando sus miserias.
No hay nada más triste que un turno de noche.
No me digas que no hay nada más triste que lo tuyo.
Hay miles de cosas en el mundo que son mucho peor.
Los caballitos pony, eso es mucho más triste.
No hay nada más triste que los caballitos pony".
Me bajé el Soulseek, porque el Kazaa se ha puesto imposible y nunca encuentro nada de lo que busco. La versión que me bajé del Soulseek viene en inglés, así que estuve trasteándolo para ver cómo funcionaba. Estuve bajándome música de Carlos Berlanga y de Hidrogenesse, porque con el Kazaa nunca encontré nada de estos músicos. Pero tengo que terminar de personalizar el programa, porque el escritorio del ordenador se me está llenando de iconos de canciones bajadas y de otras a medio bajar.
Le mandé un mensaje a Á., para ver lo que íbamos a hacer por la noche. Quedamos a las once y media en casa de A., la profesora, y fuimos con el hermano de ella y su novia a una cata de la cerveza. Nos compramos un bono de cuatro consumiciones, con el que teníamos derecho a beber cuatro cervezas de diferentes tipos. Estaban agrupadas por categorías, desde la A, la más cara, hasta la D, la más barata. Con el bono tenías que pedirte una de cada grupo. A. se bebió una del grupo A que tenía sabor a frambruesa, que está bien par un par de sorbos pero que un botellín entero es muy cansino. A mí me tocó una del grupo B, una Alhambra de reserva no sé de qué año, que parecía muy flojita pero que luego cansaba muchísimo, y Á. se pidió una Guiness, del grupo C, que yo la noté muy fuerte. Descubrí que no, que nunca más iba a ir a una cata de la cerveza porque a mí la que más me gusta es la San Miguel normal. Así que me pedí un botellín de ésta y Á. se pidió una de frambuesa, que él le encuentra un sabor curioso.
Luego estuvimos en Jarata, donde se estaba bien porque no había mucha gente. Aguantamos hasta las 04.00, a pesar de que la música era malísima. Luego A. me llevó en coche hasta mi casa, escuchando el CD de música clásica que le habían regalado en la cata de la cerveza por comprar un bono de cuatro consumiciones. Llegué a mi casa, me comí un donut que quedaba de hace un par de días con todo el azúcar derretido y escuchando Contra la ley de la gravedad me quedé dormido.
SUENA: No hay nada más triste que lo tuyo, de Hidrogenesse.
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No me digas que no hay nada más triste que lo tuyo.
Hay miles de cosas en el mundo que son mucho peor.
No me digas que no hay nada más triste.
Una tienda de animales es mucho más triste,
Con los perros en sus jaulas dando vueltas
Y los gatos dando vueltas en sus jaulas.
No hay nada más triste que una tienda de animales.
No me digas que no hay nada más triste que lo tuyo.
Hay miles de cosas en el mundo que son mucho peor.
No me digas que no hay nada más triste.
Un turno de noche es mucho más triste
En la cadena de montaje, esperando la sirena
Con lo peor de Rubí contando sus miserias.
No hay nada más triste que un turno de noche.
No me digas que no hay nada más triste que lo tuyo.
Hay miles de cosas en el mundo que son mucho peor.
Los caballitos pony, eso es mucho más triste.
No hay nada más triste que los caballitos pony".
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